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27 de mayo de 2010. En la sesión parlamentaria en la que se votaba la aprobación de un decreto de recortes presupuestarios propuesto por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, Montoro se dirigió con esta frase a los portavoces de Coalición Canaria (Ana Oramas) y de Convergència y Unió (Daniel Sánchez Llibre), para incitarles a que votaran en contra de este decreto y provocar la caída del gobierno socialista, aunque esto también fuese a suponer la bancarrota del Estado. Montoro se refería a la convocatoria de elecciones generales que sucedería al rechazo a este decreto. Los diputados de CiU y CC finalmente se abstuvieron y permitieron la aprobación de los recortes. (es) |