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El que desee culpar a Dios de no conoce, o no quiere conocer, la Palabra de Dios a través de los tiempos las iglesias cristianas se han prestado reiteradamente a bendecir las guerras, las tropas y las armas y, contrario al espíritu cristiano, han orado a Dios por la aniquilación de los enemigos en la guerra. Todo ello es culpa nuestra y de nuestros padres, pero de ningún modo de Dios. Y nosotros, los cristianos de hoy, nos sentimos avergonzados delante de la llamada secta de los Estudiantes Sinceros de la Biblia , centenares y millares de los cuales fueron internados en los campos de concentración y murieron por negarse a servir de soldados en la guerra y a no querer disparar contra sus semejantes. (es) |