so:text
|
En un coche de turistas, en medio de seis cotorras de distintas edades, ha pasado por la ciudad una inglesa bonita. La inglesa bonita de antes de la guerra. Esa inglesa que es siempre la misma, la eterna miss, graciosa y linda, de los periódicos de modas, esa mujercita encantadora que en las revistas ilustradas aparece siempre como hija de un ministro, de un general o de un Lord inglés. La inglesita ha pasado sonriente junto a aquellas caras arrugadas de sus compañeras que miraban, al través de unos lentes de sufragistas entre curiosas y molestas, el sol del Atlántico sobre el mar. (es) |