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Señores Académicos: Pues claro que la tuve: la tentación de comenzar este discurso con un resonante Decíamos ayer... Pues claro que la tuve. Pero no cedí, ni ceder podía, porque me faltaba la gente con qué llenar ese decíamos. Primera persona plural que ni es profesoral ni política, sino algo más sutil y fino que engloba a los que escuchan sin por ello absorberlos. Decíamos. Todos. Yo, que hablo y vosotros que... pero ¿quién sería ese vosotros, vivo hoy y vivo en aquel ayer? La respuesta a la vista está. De los que me eligieron, sólo responden hoy nuestro ilustre decano y mi compañero de emigración Tomás Navarro Tomás. Todos los demás pueden alegar total inocencia. (es) |