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No habría más que un artículo en la constitución de un país de Estado Socialista: "El derecho de la mayoría es absoluto". La afirmación de los socialistas de Estado, sin embargo, de que este derecho no sería ejercido en asuntos que atañen al individuo en las relaciones más íntimas y privadas de su vida no está confirmada por la historia de los gobiernos. Siempre ha sido la tendencia del poder a sumarse a sí mismo, a ampliar su esfera, a traspasar los límites que se le han fijado; y donde no se fomenta el hábito de resistir tal usurpación, y no se enseña al individuo a tener celos de sus derechos, la individualidad desaparece gradualmente y el gobierno o el Estado se convierte en el todo en todo. El control acompaña naturalmente a la responsabilidad. Bajo el sistema del Socialismo de Estado, por lo tanto, que responsabiliza a la comunidad por la salud, la riqueza y la sabiduría del individuo, es evidente que la comunidad, a través de su expresión mayoritaria, insistirá cada vez más en prescribir las condiciones de salud, riqueza y sabiduría, lo que perjudica y finalmente destruye la independencia individual y con ello todo sentido de responsabilidad individual. (es) |