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El riesgo de considerar el control una muestra de interés y no de posesividad, es que normalizar este trato puede llevar a no considerar la necesidad de los espacios propios, las decisiones propias, y puede conllevar comportamientos abusivos, aislamiento, o que incluso haya manifestaciones más violentas en la pareja posteriormente sin percibirlas como tal. Normalizar ser “de otra persona” como algo romántico nos puede meter en relaciones de dominio y sumisión que sabemos que son peligrosas para la igualdad y el bien tratar. (es) |
