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Tras la idea general de la virtud, no sé de ninguna más bella que la de los derechos, o más bien estas dos ideas se unen. La idea de los derechos no es otra cosa que la idea de la virtud introducida en el mundo político. Es con la idea de los derechos con la que los hombres han definido lo que eran la licenciosidad y la tiranía. Aclarado por ella, cada uno ha podido mostrarse independiente sin arrogancia y sometido sin insolencia. El hombre que obedece a la violencia se somete y se rebaja ; pero cuando se somete al derecho de mando que él reconoce a su parecer, se eleva de alguna manera por encima del que lo manda. No hay grandes hombres sin virtud; sin respeto a los derechos no hay gran pueblo: casi se puede decir que no hay sociedad; porque ¿qué es una reunión de seres racionales e inteligentes en la que la fuerza es la única relación? (es) |